Cuando tenemos nuestro primer niño, de repente, pasamos de ser hijos a ser padres, y nuestras relaciones con nuestros propios padres se modifican. Vamos buscando nuestra manera singular de maternar-paternar “sin repetir” aquello que no nos ha gustado padecer, intentando abrir al niño muchas más posibilidades de las que nosotros mismos, como niños, hemos vivido.

En la actualidad, la dificultad de conciliación entre la vida familiar y la vida laboral, sumado a las excesivas exigencias que el mundo cotidiano nos demanda a los padres, favorece en muchos casos, que nos  apoyemos en los abuelos para el cuidado de nuestros hijos.

Desde luego que para el niño, poder estar con sus abuelos y no en una guardería o con una persona externa a la familia –canguro o niñera- es un privilegio, pero a veces las cosas se complican en las rutinas del día a día.

En principio, los abuelos tienen su propia función y su propia manera de amar a los nietos. Muy a menudo, a nosotros como padres nos preocupa que los mensajes a los pequeños sean por parte de ellos, diferentes a los nuestros. Todo esto, conlleva silenciosamente a un malestar que afecta a todas las relaciones.

Muchas madres y padres que cuidan a sus hijos poniendo el énfasis en el respeto por sus procesos y ritmos singulares y en el desarrollo de la autonomía, se quejan o se afligen porque  los abuelos no lo hacen como a ellos les gustaría, ….  les ponen la tele, los levantan, los dirigen, los manipulan y una lista de etc etc etc que en mi práctica con familias escucho muy a menudo…

Vamos a ampliar el zoom a lo cotidiano sobre este tema…

Desde mi punto de vista siento que, en primer lugar, cuando los abuelos TIENEN QUE –rutinariamente- cuidar a los nietos, los vamos expropiando de su verdadera condición de abuelos; ya no pueden disfrutar de los niños sino que tienen que hacerse cargo de ellos –esto es muy distinto-.

Yo veo a abuelos/las muy mayores, agotados, ir detrás de los pequeños, sin tener ni fuerzas para más y realmente algunos están muy estresados –y me atrevería a decir inconscientemente explotados-. Claro que por el bien de la familia, ellos no tienen otro remedio que aceptar lo que les toca, y de ninguna manera son capaces de expresar su malestar. Ellos quieren ayudar, pero esta ayuda a veces va en detrimento de su bienestar e integridad general –y esta factura no la pasan a sus hijos ni mucho menos a sus nueras o yernos-.

Y por otro lado, llegamos nosotros de nuestro trabajo a buscar a los niños y no nos gusta encontrarlos viendo la tele, entonces silenciosamente –en el mejor de los casos- vamos juntando malestar para con los abuelos, íntimamente nos vamos separando –de corazón- y esto los niños claro que lo sienten.

Muchas veces no sólo no los valoramos a los abuelos, sino que además tampoco los vemos… les dejamos a nuestros hijos porque tenemos que ir a trabajar y si no pueden nos frustra mucho, y si  no lo hacen como nosotros nos enfadamos! Porque nosotros lo hacemos “así o asa” y ellos con lo que hacen se cargan todo lo que sus padres vamos haciendo… pues no es así.

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Una crianza respetuosa, significa respetarnos TODOS, no sólo a los niños. Y a esto, los adultos no estamos muy acostumbrados la verdad, y en este sentido siento que somos un tanto incoherentes a menudo.

Desde mi punto de vista, lo que debilita la crianza, el cuidado y el respeto, es pretender no tomar ni aceptar a los otros tal y como son. No podemos exigirles a los abuelos, que encima que cuidan de los peques, lo hagan como nosotros queremos. Esto es muy violento de nuestra parte, más violento que ponerle la tele al niño o premiarlo o castigarlo.

Porque nuestros hijos, aprenden a Ser hijos en función de cómo nosotros somos hijos, aprenden el amor en función de cómo nosotros amamos -aún también lo que no nos gusta-, aprenden el respeto en función de cómo nosotros con nuestras actitudes se lo enseñamos…

En definitiva, es más preocupante la mirada y la actitud que tenemos nosotros con los abuelos, que lo que los abuelos hagan o no hagan con nuestros niños.

Gratitud a los abuelos!!! … esta es la mirada que Une y que abre y llega al corazón de todos! Y por supuesto… que CUIDA!!!

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